Una tragedia laboral que cambió su vida para siempre
Tragedia laboral le cambió la vida a Katy Saltos, quién enfrenta una dura realidad desde la muerte de su esposo, Leonardo Mendoza, en agosto de 2023. Él falleció calcinado mientras custodiaba maquinaria de la Prefectura de Esmeraldas como guardia de seguridad, en la vía Viche-El Albe.
Desde entonces, Katy vive sola con sus dos hijos, uno con un 47 % de discapacidad. Sin ingresos fijos y en situación de abandono social, lucha día a día para sobrevivir.
Vivir sin trabajo ni respaldo institucional
Katy no tiene empleo y su hijo tampoco, por lo que dependen de pequeñas donaciones.
En muchas ocasiones apenas logran comer una vez al día. Afirma que no ha recibido apoyo formal por parte de las autoridades ni de la empresa donde trabajaba su esposo.
Solo una fundación les ayudó a construir parcialmente su casa. El resto sigue sin concluirse, y el piso aún es de tierra. Este caso evidencia una profunda injusticia laboral y la falta de políticas reales para proteger a familias vulnerables.
Abandono tras la tragedia
Según su testimonio, la empresa solo entregó un ataúd y se desvinculó del caso. Negaron cualquier responsabilidad por el fallecimiento de Mendoza. Katy se siente ignorada y cansada de acudir a instituciones donde no encuentra respuestas.
Su frustración crece cada vez que intenta buscar justicia o ayuda para sus hijos. Especialmente le preocupa el futuro de su hija menor, de solo 13 años.
Un grito desesperado por justicia y dignidad
La historia de Katy refleja el rostro humano de muchas familias que enfrentan el abandono social luego de una tragedia laboral. Hace un llamado a las autoridades para que su caso no quede en el olvido.
Lea también: Entrega de asistencia humanitaria fortalece la esperanza en Esmeraldas
Necesita apoyo institucional, económico y humano para salir adelante. Casos como el suyo exigen una revisión urgente de las condiciones laborales y la responsabilidad de las empresas con sus empleados y familias.