Compromisos gubernamentales con atención infantil y adultos mayores en entredicho
El incumplimiento del Ministerio de Inclusión Económica y Social pone en riesgo servicios esenciales como la atención infantil y adultos mayores en condición vulnerable.
Al inicio de la actual administración, el gobierno prometió que los Centros de Desarrollo Infantil y los Centros Gerontológicos funcionarían de forma ininterrumpida durante todo el año. Estos servicios están dirigidos a niños vulnerables y adultos mayores en condiciones de pobreza, abandono y maltrato. La promesa generó esperanza, especialmente en Esmeraldas, donde gran parte de la población se benefició del programa.
Cinco meses sin pagos: una crisis silenciosa
Actualmente, esta promesa parece desmoronarse. Las fundaciones contratadas por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) enfrentan graves problemas debido al retraso en los pagos. Las principales afectadas son las educadoras de los centros y los proveedores de alimentación, quienes llevan más de cinco meses sin recibir su salario.
Este retraso ha provocado angustia entre los trabajadores. Muchos ya no pueden sostener sus labores por falta de recursos. A pesar de existir una póliza de garantía que supuestamente cubre la continuidad del servicio, dicha póliza no ha sido efectiva.
La comunidad exige respuestas claras
Los afectados denuncian que las autoridades locales del MIES no han dado la cara. Nadie explica las causas reales del retraso. Los contratos firmados por las fundaciones incluyen el compromiso de servicio durante todo el año y el cumplimiento mensual de toda la documentación de respaldo.
Sin embargo, pese a cumplir con cada requerimiento administrativo, los pagos no llegan. Esta situación está afectando directamente a los niños y adultos mayores, quienes dependen del servicio diario para acceder a alimentación y atención especializada.
El drama humano detrás del silencio institucional
Este no es solo un problema burocrático, sino un drama humano. Las personas más vulnerables del país enfrentan nuevamente el abandono. La falta de recursos impide brindar una atención digna, y la indiferencia institucional alimenta una crisis que se agrava con cada día de silencio.
Lea también: Guardias exigen respeto a sus derechos laborales tras 11 meses de salarios atrasados
Trabajadores, fundaciones y comunidades exigen al Estado una solución urgente. El país no puede permitir que la atención social dependa del azar o de la buena voluntad de quienes trabajan sin cobrar.