Proyecto de Ley Orgánica de Libertad e Igualdad Religiosa, busca sancionar a las iglesias que realicen proselitismo político en el país.
La Comisión de Garantías Constitucionales de la Asamblea Nacional ha dado un paso clave al conocer el proyecto de Ley Orgánica de Libertad e Igualdad Religiosa. Esta normativa busca actualizar y fortalecer el marco legal vigente en torno a la libertad de culto, garantizando derechos y obligaciones en un contexto moderno y equitativo.
Objetivos de la nueva legislación
La proponente del proyecto, la asambleísta Esther Cuesta, enfatizó que esta iniciativa pretende desarrollar un marco normativo alineado con los estándares internacionales de derechos humanos. Entre sus ejes principales, se destacan:
- Incorporación de enfoques modernos del derecho contemporáneo.
- Regulación de la dimensión individual y colectiva de la libertad religiosa.
- Creación de un régimen patrimonial para organizaciones religiosas.
- Establecimiento de un régimen sancionatorio previsible.
- Garantía del respeto a la diversidad religiosa.
Debate y posturas en la Asamblea Nacional
Durante la discusión, la legisladora Jhajaira Urresta propuso incluir sanciones para las organizaciones religiosas que participen en procesos electorales. A su vez, el asambleísta Paúl Buestán defendió la democratización de la participación religiosa, asegurando que la libertad de creencias debe materializarse en esta normativa.
Por su parte, Adrián Castro subrayó la importancia de mantener un debate respetuoso e incluir a representantes de diversas confesiones religiosas. A su vez, la presidenta de la comisión, Paola Cabezas, reafirmó la necesidad de una ley inclusiva y participativa.
Una normativa necesaria ante una ley obsoleta
Rodrigo Varela, de la Defensoría del Pueblo, indicó que la actual Ley de Cultos, con más de 80 años de vigencia, es insuficiente para garantizar la equidad entre diferentes grupos religiosos. Por su parte, Chrysóstomos Celi, presidente del Consejo Nacional de Libertad e Igualdad Religiosa, enfatizó que Ecuador es un Estado laico, y esta legislación busca asegurar la igualdad sin afectar el “modus vivendi” existente.
¿Una nueva Ley de Libertad Religiosa es positiva o no para la sociedad ecuatoriana?
La propuesta de una Ley de Libertad e Igualdad Religiosa en Ecuador plantea una serie de interrogantes sobre su impacto en una sociedad diversa y con un marcado antecedente histórico de influencia religiosa en el ámbito político y social. Para comprender si esta normativa es beneficiosa o no, es necesario analizarla desde diferentes perspectivas.
Aspectos positivos de la ley
- Modernización del marco legal: La actual Ley de Cultos tiene más de 80 años de vigencia y solo seis artículos. Esto es insuficiente para regular la diversidad religiosa del Ecuador contemporáneo.
- Garantía de derechos: Esta normativa establece mecanismos para proteger la libertad de culto, promoviendo un trato igualitario entre todas las religiones y evitando discriminaciones institucionales.
- Régimen sancionatorio claro: La ley busca regular la participación de las organizaciones religiosas en asuntos políticos y evitar que estas sean utilizadas con fines electorales.
- Respeto a la diversidad: Al involucrar a distintas confesiones en su debate, se fortalece la democracia y se fomenta una legislación más inclusiva y representativa.
Riesgos y críticas a la ley
- Posible politización: Si bien el proyecto intenta evitar la injerencia de las instituciones religiosas en la política, la regulación podría ser utilizada para favorecer o perjudicar a ciertos grupos según intereses de turno.
- Intervención estatal excesiva: La creación de un régimen patrimonial podría generar debates sobre el rol del Estado en la administración de bienes e ingresos de las comunidades religiosas.
- Resistencia de sectores tradicionales: Grupos religiosos con una larga presencia en Ecuador podrían percibir esta ley como una amenaza a su influencia histórica y oponerse a sus disposiciones.
- Implementación y fiscalización: Asegurar que la ley se cumpla de manera equitativa requiere una institucionalidad fuerte y transparente, lo que podría ser un reto en la realidad ecuatoriana.
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El proyecto de Ley de Libertad Religiosa representa un avance en la garantía de derechos fundamentales y en la modernización legal del Ecuador. Sin embargo, su aplicación debe ser vigilada para evitar sesgos políticos, garantizar su inclusividad y evitar cualquier forma de control indebido sobre las organizaciones religiosas. Su éxito dependerá de cómo se implemente y de la participación de la sociedad civil en su desarrollo y fiscalización.
#JuntosLegislamos@DerHumanosAN avocó conocimiento del proyecto de Ley de Libertad e Igualdad Religiosa
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