El próximo 31 de enero, 29 cantones costeros de las provincias de Esmeraldas , Manabí , Santa Elena , Guayas , El Oro y Galápagos participarán en un Simulacro Nacional de Sismo y Tsunami 2025. Esta actividad, organizada por la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, tiene como objetivo evaluar la capacidad de respuesta de autoridades y ciudadanos frente a una emergencia de gran magnitud.
Coordinación entre autoridades locales y nacionales
La iniciativa busca poner a prueba los tiempos de evacuación y fortalecer la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno. Según el ingeniero Beto Estupiñán, presidente de la Asociación de Gestores de Riesgo, el ejercicio contará con el apoyo de los gobiernos autónomos descentralizados cantonales y provinciales, así como de los Comités de Operaciones de Emergencia (COE).
“Este simulacro es un esfuerzo conjunto que involucra a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, los GAD cantonales y provinciales, y la comunidad. Es una oportunidad para prepararnos frente a eventos como el terremoto de 1906”, afirmó Estupiñán.
Un escenario realista para medir la preparación
El simulacro recreará un sismo de 8,4 grados de magnitud con epicentro en las costas de Galera, en Muisne. Según los expertos, el primer tren de olas podría impactar zonas como Las Palmas y las Islas Vargas Torres en solo 19 minutos. Lugares como Atacames y Río Verde tendrían un margen de 30 minutos para evacuar hacia áreas seguras.
Durante el ejercicio, se medirá el tiempo que tomará la población en movilizarse hacia puntos de encuentro previamente definidos. Estas zonas, ubicadas fuera del rango de inundación, garantizarán la seguridad de los ciudadanos.
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Objetivos del simulacro de tsumani
El propósito principal de este simulacro de tsunami es fortalecer el conocimiento de las rutas de evacuación , evaluar la eficacia de las acciones preventivas y mejorar la coordinación entre las autoridades y la comunidad . La actividad también permitirá identificar posibles áreas de mejora para afrontar emergencias futuras.
“Es vital que la población participe activamente en estas iniciativas, ya que solo así lograremos un nivel de preparación adecuado ante emergencias de esta naturaleza”, concluyó Estupiñán.