En las últimas 24 horas, la ciudad de Esmeraldas ha sido escenario de dos casos de sicariato, elevando a cinco el número de homicidios violentos registrados entre el 3 y el 9 de julio. Estos eventos han generado una creciente preocupación entre los ciudadanos, quienes temen el resurgimiento de la violencia en la región.
Primer Caso: Asesinato de Manuel Martínez
El incidente más reciente ocurrió en el centro de Esmeraldas, donde Manuel Martínez, conocido con alias “Pajarito”, fue brutalmente atacado por sicarios. Testigos afirmaron que los agresores se movilizaban en una motocicleta y portaban armas de fuego, lo que resultó en la trágica muerte de Martínez.
Diego Velastegui, comandante de Policía de Esmeraldas, informó sobre el caso:
“El ciudadano corresponde a los nombres Manuel M., de cuarenta años de edad, aparentemente trabaja en el puerto marítimo. Tiene dos antecedentes, en el 2005, por homicidio, y en el 2007, por asesinato. Se presume que este hecho fue una retaliación de grupos de delincuencia organizada… Ya las unidades de investigación iniciaron las indagaciones, levantamientos de evidencias y cámaras. Aparentemente venían en persecución de la víctima para proceder a atacarla.”
Segundo Caso: Asesinato de Holger Castillo
Horas antes, en el sector de Las Américas, parte alta de Esmeraldas, Holger Castillo, un trabajador municipal de aproximadamente 34 años, fue acribillado a tiros por sicarios. Los moradores del sector informaron que los atacantes también se desplazaban encapuchados en una motocicleta, utilizando un modus operandi similar al del caso de Martínez.
La policía local ha iniciado una investigación para determinar las motivaciones detrás de estos asesinatos. El comandante Diego Velastegui añadió que, de los tres homicidios ocurridos durante el fin de semana, dos de las víctimas tenían antecedentes penales, lo que sugiere posibles vínculos con actividades ilícitas.
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Con estos casos de sicariato, la ciudadanía en Esmeraldas comienza a perder la calma. Existe el temor de que los actos violentos puedan retomar la provincia. La violencia en la ciudad escaló al punto de colocar a Esmeraldas entre las más peligrosas de Latinoamérica.